Popeyes ha superado los 100 restaurantes en España en menos de cuatro años de su llegada al país. Un hito que ha logrado de la mano de su masterfranquicado Restaurant Brands Iberia (RBI), que tras consolidar la presencia de la marca en la Península Ibérica negocia los derechos para su expansión por Italia.

Popeyes ha invertido hasta ahora alrededor de 150 millones de euros en la economía española y ha generado más de 3.500 nuevos empleos. Siguiendo con esta línea, RBI pisará el acelerador a fondo para tratar de llegar a los 200 locales en año y medio. Un objetivo viable gracias al músculo finaciero del grupo y por la popularidad de la marca, que ya es conocida por dos tercios de la población española.

Según Ignacio Sedano, director general de la enseña, esperan cerrar el año fácilmente alcanzando los 100 millones de facturación y seguir creciendo hasta los 120 locales, de los cuales 100 serán propios. La marca de origen estadounidense alcanzó el año pasado un volumen de negocio récord de 48,1 millones de euros.

Sin embargo, los gastos derivados de las nuevas aperturas y puestas en marcha hacen que todavía no sea positivo. Según el último informe de cuentas depositado ante el Registro Mercantil, correspondiente al 2022, Popeyes alcanzó un resultado de explotación negativo de 5,3 millones de euros,