«Todo el mundo quiere montar algo como Myka», señala un consultor gastronómico. Basta acercarse cualquier tarde con buen tiempo a su tienda en el número 44 de la calle de Ortega y Gasset, en pleno barrio de Salamanca, para entender la dimensión del fenómeno. Decenas de personas esperando para tomar uno de sus helados artesanales elaborado a base de leche y kéfir de cabra. Una estampa que se repite desde su apertura en junio de 2023.

En base al éxito del producto, Myka Greek Frozen Yogurt ha llevado a cabo varias inauguraciones por Madrid en los últimos meses. En verano levantaba la persiana por partida doble, con un local en Narváez y otro en la zona de Salesas, y hace unas semanas aterrizaba en plena calle Ponzano. A este póquer de locales se suma la presencia con la que cuenta vía franquicias en ubicaciones como México, Estados Unidos, Marruecos, Andorra o República Dominicana.

Con más de 70 locales alrededor del mundo, la marca ha visto el momento de dotar su estructura de perfiles profesionales y con experiencia. Buen ejemplo son los 20 años de trayectoria que atesora Gonzalo Mateos en el sector de la hostelería y el retail. Un bagaje que avala su nombramiento como nuevo director general de Myka.

El matrimonio formado por Natalia Morales y Javier Ezquerro, fundadores y dueños de la marca, han confiado en la figura de Mateos para encabezar su «crecimiento a nivel nacional e internacional». Entre sus cometidos figura «llevar a la firma a nuevos mercados y fortalecer su posición como líder en el sector del frozen yogur».

Miembro del consejo asesor de HIP, Mateos ha liderado negociaciones de arrendamiento y el proceso de apertura de la tienda de varios conceptos de todo tipo, desde la fase preliminar y comienzo estratégico, negociaciones, firmas contractuales, hasta seguimiento incluso una vez realizada la apertura.

Los fundadores de Myka estiman cerrar el año con 100 franquicias a nivel internacional, bajo un canon de entrada por tienda de 35.000 euros y un retorno estimado en 1,5 años.