La fiebre por el concepto de hamburguesa gourmet no cesa en Madrid. La Pepita Burger Bar, cadena gallega especializada en burgers premium, continúa inmersa en su plan de expansión nacional, en el que la comunidad central ha ganado peso en los últimos meses.

Totalmente consolidada en Galicia y con presencia en varias capitales de provincia, la cadena tiene ahora como objetivo iniciar su crecimiento en la región madrileña, con especial interés en las grandes poblaciones que rodean a la capital.

Sin descartar su implantación en el centro urbano madrileño, La Pepita tiene sus miras puestas en Alcalá de Henares, Boadilla del Monte, Fuenlabrada, Getafe, Las Rozas, Móstoles y Pozuelo de Alarcón.

Según indican desde la empresa, las ciudades del llamado «cinturón rico» de la capital representan una prioridad para su desarrollo por sus características sociodemográficas. Inicialmente, la compañía prevé aterrizar en la región de la mano de socios locales, si bien no descarta invertir en restaurantes propios.

Antes que el centro, la marca tiene como prioridad llegar a varias ciudades de los alrededores de Madrid

En pleno desarrollo, La Pepita también mantiene su atención en otros mercados como Alicante, Castellón, Gijón y Zaragoza. Tras 10 años en funcionamiento, la cadena ha conseguido posicionarse entre las primeras marcas de su sector, gracias a un concepto gastronómico en el que si duda la calidad de su oferta es su mayor valor diferencial.

Inversión activa

Otra de las características de su modelo de negocio es la inversión constante para mantener viva su carta con la incorporación periódica de novedades, lo que le ha llevado a reunir una propuesta con más de 20 hamburguesas gourmet, elaboradas en el momento a base de productos con Indicación Geográfica Protegida (IGP) y Denominación de Origen (DO), seleccionando minuciosamente a cada uno de sus proveedores para preservar los estándares de calidad a los que se compromete con cada plato.

Con la ternera como protagonista, además tiene hamburguesas de buey, chuleta, cerdo ibérico y pollo para los carnívoros y una selección de pescado, verduras y legumbres, que se mantiene siempre en movimiento con la incorporación permanente de novedades.

Además, su preocupación por satisfacer las preferencias de todos sus clientes le ha llevado a prestar una atención especial a sus recetas veganas y vegetarianas, sin olvidar a las personas con intolerancias alimenticias con necesidades especiales, para las que también cuenta con una suculenta oferta.

Otro de sus puntos fuertes es el diseño de sus establecimientos. Con una decoración totalmente práctica y funcional, sus espacios reflejan la esencia de cada ciudad, con un claro dominio de la madera y el metal, dando lugar a un entorno moderno, perfecto para compartir, en el que la música y la iluminación juegan un papel muy importante, junto al exquisito servicio de un personal formado específicamente para proporcionar la mejor atención al cliente.

La marca opera bajo un modelo totalmente testado que se caracteriza por la fácil gestión y el apoyo global que proporciona la central a cada uno de los restaurantes, con las herramientas y el soporte necesarios en todos los ámbitos de la actividad.