La nueva oferta gastronómica del Hotel Las Letras Gran Vía, cada vez está más cerca de florecer. Bajo la promesa de materializar lo madrileño en platos, ambientes, bebidas y aperitivos, Gran Clavel abrió en plena Gran Vía hace seis años con una oferta gastronómica que aunaba vermutería, casa de comidas y bar de vinos. Ahora, según la información a la que ha accedido Sivarious, Iberostar tiene sobre la mesa la reconsideración de algunos de los servicios que se ofrecen actualmente.

Es bien conocido que las nuevas expectativas que presentan los turistas de hoy en día obligan a los hoteles a tener una oferta gastronómica que cada vez resulte más potente. A las novedades de las exigencias del consumidor, las cadenas hoteleras deben sumarle un enemigo que viene pisando fuerte: la gran competencia que existe en el mercado actual. 

Sin duda, los cerca de 1,50 kilómetros de longitud que tiene la Gran Vía de Madrid, acogen una oferta gastronómica mayor que la de muchos barrios completos. Por su localización céntrica y sus miles de transeúntes diarios, este emblemática calle de la capital cada vez resulta más atractiva para los inversores del sector. 

Con la intención de diferenciarse de sus competidores vecinos y ofrecer un servicio con el mayor encanto posible, Iberostar ha planteado la remodelación de su restaurante bar Gran Clavel. 

El proyecto no abarca todos los servicios que se ofrecen en Gran Clavel. En concreto, Iberostar ha puesto su foco en replantear la casa de comidas y el bar de vinos. Todavía no se conocen cuáles serán las novedades o cambios, pero Sivarious ha podido saber que está conversaciones con consultores y grandes nombres del sector en su objetivo de llevar a cabo esta estrategia de remodelación.

De esta forma, la cadena ha tomado la decisión de mantener intacta la vermutería de Gran Clavel. Entre los motivos por los que el Hotel Las letras Gran Vía va a conservar este espacio está el de tener en cuenta la ubicación estratégica que tiene, ya que se trata de la zona con mejor acceso al público. En este sentido, el grupo no quiere perder esta vía de conexión con los clientes.

Esta operación no es la primera que Iberostar Hotels & Resorts lleva a cabo para expresar su compromiso con proporcionar una experiencia completa a sus huéspedes. Este compromiso queda reflejado en el hecho de que la cadena hotelera se ha puesto en manos de la consultora Talentchef para el desarrollo de sus manuales operativos en Caribe y Latinoamérica. De esta forma, Iberostar refleja su búsqueda por garantizar la consistencia y calidad de servicios en sus establecimientos.

Que la oferta gastronómica de Gran Clavel no se quede atrás respecto a la que presentan sus locales vecinos resulta una misión compleja si se tiene en cuenta la mejora que ha experimentado el nivel de la zona a lo largo de los últimos años. 

Gran Clavel hizo mucho ruido en su momento, pero ahora le ha tocado replantear la apuesta porque la oferta de la zona ha subido significativamente de nivel. Más allá del clásico Museo Chicote, el tramo inicial de la Gran Vía ha asistido en estos últimos años a la llegada de propuestas tan rutilantes como la terraza del Picalagartos en el NH Gran Vía, a cargo de un Azotea Grupo que también gestiona la azotea del Círculo de Bellas Artes unos metros más abajo. Por no hablar de la nueva milla de oro de la capital, cuyo epicentro es la Galería Canalejas con su food hall, y a la que muy pronto se unirá el Hotel Nobu en el número 26 de la Calle Alcalá.

En especial, existe una gran expectación ante el desembarco del Grupo Paraguas en el edificio Metropolis, que implicará una apuesta decidida por la gastronomía, conociendo el pedigrí restaurador del grupo. El radio de influencia de esta tendencia llega hasta Callao, donde Merlin Properties ha iniciado este año la obra de la histórica tienda de Fnac para albergar una oferta gastronómica con varios restaurantes con terraza.