En un contexto en el que el turismo ha ido avanzando en la senda del crecimiento hasta situarse un claro momento de auge tras su recuperación de la pandemia, resulta fundamental conocer de primera mano los retos que hay en un mercado cada vez más competitivo.

No cabe duda alguna de que la buena o mala salud del turismo afecta de forma directa a la estabilidad económica del país. En este sentido, según datos registrados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el turismo creó 333 millones de puestos de trabajo directos e indirectos en el año previo a la pandemia y, a su vez, aportó el 10,3 % del PIB mundial.

A continuación, una recopilación de los principales retos a los que se enfrenta el sector turístico en los próximos, según la información que recoge el Observatorio de las Ocupaciones elaborado por el SEPE.

La falta de personal, la estacionalidad turística, las plataformas de comercialización, y la regulación de los alquileres vacacionales, los principales retos del sector turístico.

Oferta turística desestructurada

Es indiscutible que a lo largo de los últimos años las nuevas tecnologías y la digitalización han experimentado una gran evolución y desarrollo y a su vez han revolucionado todos los sectores. Según el estudio del SEPE, un efecto menos favorable de la digitalización es que crecen las plataformas digitales para la contratación de servicios de guías turísticos por el propio viajero. 

Esto conlleva una oferta turística desestructurada que implica nueva formación distinta a la convencional. Así, crece la necesidad de la formación en algunos puestos del sector turístico que antes no la necesitaban.

Plataformas de comercialización online

Se está produciendo una tendencia desde la intermediación más tradicional a través de agencias de viaje clásicas hacia grandes plataformas de comercialización online. En la actualidad, hay una concentración creciente de los servicios de intermediación en pocas plataformas de comercio electrónico, lo que impacta al alza sobre los costes de dichos servicios.

En este sentido, uno de los mayores retos del sector turístico hotelero es cómo evitar los elevados costes de intermediación que cargan las agencias de viaje online. De esta forma, las cadenas hoteleras se posicionan en favor de la venta directa a través de sus propias páginas web.

El empleo en el sector de las agencias no se ha recuperado de la pandemia como el resto, su crisis es bastante profunda y produce una reducción en el empleo. Han surgido nuevos modelos, las “agencias HOME”, una persona en su casa. 

Por otra parte, los servicios de las agencias clásicas siguen siendo necesarios para viajes a destinos desconocidos o complejos, ya que muchos de los turistas las siguen eligiendo a lo largo de los años.

Escasa concentración turística

Otro de las problemáticas de España es que muestra una concentración del turismo en relativamente pocos destinos. Hay municipios muy turísticos y otros donde apenas reciben visitantes. En este sentido, según la información que recoge el Observatorio de las Ocupaciones, destacan las ciudades en torno al mediterráneo y las islas.

Estacionalidad turística

También, el turismo en nuestro país sigue sufriendo una dominante estacionalidad. En este sentido, resulta fundamental añadir nuevos valores a la imagen de sol que tiene España. Además, para hacer frente a este reto es preciso desvincular el turismo del clima o potenciar la diversificación turística, entre otras medidas.

En esta misma línea de estacionalidad, el turismo rural y de campings también ocupa un lugar para hacer frente a esta problemática. Aunque mantiene un buen nivel de ocupación a lo largo del año, en ciertas zonas se enfrenta a la dificultad de contar con trabajadores en las épocas de temporada baja, esencialmente en invierno, en las que la demanda decae. En general, falta profesionalización en los trabajadores de este sector del turismo.

Además, el estudio constata que este tipo de turismo sufre una reducida madurez digital, principalmente los campings, sobre todo debido a que la mayoría de los establecimientos son nano empresas. Aunque cada vez más la gestión del alojamiento la están asumiendo las grandes plataformas. Se hacen muchas reservas a través de página web, control de reservas, móviles.

Regulación de los alquileres vacacionales

Entre los retos más importantes a los que se enfrenta el sector turístico, se encuentra el de la regulación de los alquileres vacacionales. Resulta problemático el incremento sin control en ciertos destinos de los alquileres vacacionales. 

Esta situación genera en el sector diferentes problemas: un mayor nivel de gasto medio e impacto sobre el empleo que el alojamiento hotelero; un aumento de los vuelos de bajo coste, que conllevan un efecto en el medioambiente; la reducción del consumo hostelero. 

“Comenzó siendo un modo de economía colaborativa y está convirtiéndose en una industria, en buen grado controlada por las grandes plataformas, que no favorece al entorno local, provoca gentrificación, eleva los precios inmobiliarios y genera poco empleo; supone más gasto que beneficio para el entorno local. Por ello, esta actividad requiere una regulación”.

Captación de talento

Siguiendo con la línea de retos y desafíos a los que se enfrenta el sector turístico, la falta de interés por parte de los jóvenes para trabajar en la industria, ocupa un lugar fundamental. El turismo es un sector con personal maduro y requiere relevo generacional, para lo cual se necesita formación para adaptar a los nuevos trabajadores a las innovaciones. 

Parece ser que el problema surge ante la dificultad de contar con suficientes empleados jóvenes, especialmente en las áreas más despobladas del país; y, en general, la falta de motivación para emplearse al sector sumado a que las condiciones laborales no son siempre adecuadas. 

En este contexto, se requiere una mejora de cualificación y profesionalización para seguir siendo competitivos, acorde con las exigencias de digitalización, sostenibilidad y diversificación de la oferta turística. Y esto afecta directamente a las personas que acceden al turismo procedentes de otros sectores pues además se produce cierto intrusismo.

Para solventar este problema, el sector tiene como reto el de fomentar la flexibilidad para las personas que quieran compatibilizar sus actividades con el trabajo en Turismo de forma parcial; sobre todo mayores de 45 años. El teletrabajo y la modalidad de fijos discontinuos favorecen la flexibilidad.

Condiciones laborales

Al igual que es fundamental la actitud del empleado, el estudio refleja que se debería apostar por la educación de los clientes y turistas, hacia un mayor respecto y empatía con los trabajadores de la hostelería y el turismo, así como de los entornos rurales o urbanos.

No obstante, la apuesta por la adaptación a la digitalización y la sostenibilidad son áreas más complicadas para las pymes que para las empresas grandes; muchas pymes pueden caer por falta de competitividad al no modernizarse digitalmente. Además, el informe hace referencia a que otro problema es la burocracia en los procedimientos para solicitar licencias, permisos, subvenciones.

Asimismo, existe precarización laboral, puesto que el sector se está recuperando muy activamente tras la pandemia, los precios y la rentabilidad no han dejado de crecer; y, sin embargo, los sueldos siguen siendo bajos.