Tío Bigotes
En los últimos años de la década de 1940, dos hermanos decidieron embarcarse en la aventura más grande de sus vidas, dejando atrás su querida aldea de Lugo y prometiendo regresar algún día.
Después de semanas de travesía cruzando el océano Atlántico, llegaron a Argentina, donde disfrutarían de la vida hasta el final de sus días.
Años después de establecerse, uno de los hermanos tuvo una brillante idea. Reconociendo que la vida le había brindado una segunda oportunidad, decidió aprovecharla al máximo. Desde su juventud, había sentido una pasión por los fogones y la cocina casera. Sus famosas empanadas gallegas se convirtieron en su especialidad, y gradualmente adaptó sus recetas al estilo clásico argentino.
Casi medio siglo después, «aún recuerdo con nostalgia las tardes en las que cariñosamente llamaba al «Tío Bigotes», mientras él me enseñaba todos los secretos de su cocina en su obrador, sabiendo que así su legado perduraría para siempre», reconoce su nieto.
En el año 2007, el destino le llevó a rendir homenaje a su memoria al emprender el camino de regreso a España en su nombre.
Dos años más tarde, a principios de 2009, el primer Tío Bigotes abrió sus puertas en Cataluña. Hoy, muchos años después de aquella primera apertura, siguen honrando la tradición familiar, compartiendo día a día el auténtico y único sabor de las empanadas argentinas, tal como le enseñó el Tío Bigotes.
Filosofía Tío Bigotes
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