Ferretti
Hace más de un siglo, en el año 1914, un hombre llamado Mimo Ferretti llegó a la encantadora localidad de l’Escala a bordo de un barco mercante cargado de harina. Al desembarcar en este pequeño puerto de pescadores a orillas del Mediterráneo, descubrió un lugar que había sido visitado por griegos y romanos siglos atrás. Fascinado por el encanto del lugar, Mimo encontró un rincón en el antiguo café del pueblo y estableció un acuerdo con el panadero local.
El acuerdo consistía en compartir su sabiduría en la fabricación de fideos y otros productos artesanos italianos a cambio de que el panadero aprendiera el arte de hacer helados. A medida que los días pasaban, la relación entre Mimo y el panadero se estrechó, convirtiéndose en una sincera amistad. Mimo transmitió con cariño su pasión por los helados al hijo del panadero, Pere Sala, quien creció rodeado de aromas y sabores provenientes del obrador donde se elaboraban pan, pasteles y fideos.
El pequeño Pere nunca olvidó las lecciones de heladería que el buen Mimo le impartió en su infancia. Tras un tiempo como aprendiz en una prestigiosa pastelería en Barcelona, Pere regresó a l’Escala decidido a revivir la tradición de los helados Ferretti. Recuperó la antigua mantecadora de madera con frío por salmorra que Mimo había hecho construir, y así, manteniendo viva la esencia de los helados artesanos, dio vida a su pasión.
A lo largo de los años, Pere nunca dejó de cultivar su amor por los helados y, en las ocasiones especiales, deleitaba a sus nietos y amigos con las recetas tradicionales que había aprendido de Mimo, a quien siempre consideró como su mentor y guía en el mundo de los helados.
Nunca imaginó que su pasión por los helados pudiera convertirse en un negocio. Para él, era simplemente una forma de regalar felicidad a sus seres queridos, una manera de mantener viva la nostalgia de los sabores de la infancia.
Sin embargo, en el año 2001, surgió una idea en la familia: abrir una heladería en honor a Mimo Ferretti. Todos estuvieron de acuerdo con la propuesta y así nació «Ferretti», un lugar donde los sabores auténticos y la tradición se mezclan para brindar a los clientes una experiencia única de sabor y recuerdos.
Hoy en día, a Mimo Ferretti se le recuerda como el inspirador de esta maravillosa tradición de helados artesanos, y su legado vive en cada deliciosa creación que lleva el nombre de «Ferretti». El amor por los helados sigue siendo el corazón latente de esta hermosa historia que ha perdurado a lo largo de generaciones, gracias a la pasión de un hombre que compartió con el mundo la alegría de un helado bien hecho.
CALIDAD
Con un enfoque en la excelencia, la empresa siempre busca superar las expectativas. Inspirados por la célebre frase de H. Ford, «Calidad significa hacer lo correcto cuando nadie está mirando», se esfuerzan en producir lo mejor incluso sin supervisión. Cada paso del proceso está impregnado de cuidado y exigencia, eligiendo minuciosamente los ingredientes de primera calidad. Su compromiso con los clientes es inquebrantable, siempre buscando alcanzar los niveles más altos de calidad en sus productos. Con una dedicación total, cumplen rigurosamente con la legislación vigente y mantienen una atención meticulosa a los estándares de seguridad alimentaria. Su meta es brindar a sus clientes productos excepcionales en cada ocasión.