El grupo Barceló cuenta los días para la apertura del nuevo Royal Hideaway en la histórica estación de Canfranc (Huesca). El primer establecimiento hotelero de cinco estrellas en el Pirineo aragonés va tomando forma y abrirá sus puertas el próximo mes de diciembre, coicidiendo con el inicio de la temporada de esquí y el turismo de invierno.

Según indican desde el Grupo Barceló a este medio, la fecha prevista para la inauguración es el próximo 15 de diciembre, y a estas alturas lo más probable es que se mantenga con el calendario. Algo más de un año desde el comienzo de las obras, en las últimas semanas se ha llevado a cabo el revestimiento de las habitaciones y la colocación del mobiliario. A falta de ajustar pequeños detalles y la iluminación, la inversión total de la remodelación del edificio ha supuesto un desembolso de 9,8 millones de euros.

Actualmente la compañía se encuentra inmersa en el proceso de selección de personal para el hotel de lujo. Tiene previsto crear 150 puestos de trabajo, con intención de mantenerlos durante todo el año para captar el turismo de esquí y de montaña. Entre las ofertas de empleo que ha lanzado a través de la página web del grupo se encuentran gobernante, jefe de recepción, recepcionista, botones, camarero, jefe de servicios técnicos, jefe de compras y cocineros.

Precisamente, una de las apuestas fuertes será la gastronomía, donde se apostará por una propuesta que fusione la cocina francesa con la aragonesa. Y aunque todavía se está trabajando en el concepto, el objetivo es conseguir el sello de una estrella Michelin para posicionar Canfranc como una referencia dentro de la oferta hotelera del grupo. Para ello, dispondrá de un restaurante donde disfrutar del concepto Royal Breakfast y dos restaurantes, uno gastronómico y otro a la carta, para los que se han rehabilitado dos vagones siguiendo el estilo clásico del siglo XX.

El hotel Royal Hideaway contará con 104 habitaciones decoradas con materiales nobles como la madera y el latón, tejidos ricos como el terciopelo y una gama cromática inspirada en los años 20. Habrá cuatro suites de lujo, distribuidas en el primer y segundo piso. En la planta baja se podrá disfrutar de una zona «wellness» con una piscina climatizada o spa, además de un gimnasio y una biblioteca. Asimismo, el histórico vestíbulo la recepción del hotel y estará abierto a todos los visitantes de la zona.

El edificio continua siendo propiedad del Gobierno de Aragón, que ha cedido su gestión a Grupo Barceló para que se convierta en un hotel de lujo, ya que en toda la provincia de Huesca tan sólo hay un cinco estrellas. Se tarta del Monasterio de Boltaña, operado por la misma hotelera.