El emblemático salón de té Embassy vuelve a abrir sus puertas en Madrid. Fue en 1931 cuando abrió las puertas de su sede principal en el Paseo de la Castellana de la mano de la irlandesa Margarita Kearney Taylor. Pero en 2017, la compañía cerró el establecimiento dejando atrás más de 80 años de historia. Hay que recordar que aunque nación como un salón de té poco a poco se fue convirtiendo en restaurante y tienda.
Desde el Embassy apuntaron en su momento que este cierre se producía por “la crisis económica que atraviesa el sector”. El futuro del Embassy quedó en el aire y la empresa se vio obligada a entrar en concurso de acreedores tras bajar la persiana el establecimiento del Paseo de la Castellana. La firma cuenta con otras tiendas situadas en Aravaca, La Moraleja y Potosí.
En 2019 terminé el proceso y las tres tiendas siguieron abiertas al público. La sociedad Ssybaem Pastelería Artesana S.L. es quien las gestiona. Esta sociedad tiene como administrador único a Manuel Canalejas que inyecto en la compañía unos 600.000 euros.
Ahora, la compañía ha reabierto el Embassy en otro barrio diferente en la capital. Este establecimiento se encuentra situado en uno de los distritos más relevantes de Madrid, el barrio Salamanca. Más concretamente se encuentra en la calle Núñez de Balboa.
El nuevo Embassy, según cuentan algunas fuentes ha perdido un poco la esencia del original. Pero hay que destacar que el establecimiento del Paseo de la Castellana fue un espacio clave que sirvió como sala de reuniones en época de guerras.
La sociedad Ssybaem Pastelería Artesana S.L. es quien las gestiona. Esta sociedad tiene como administrador único a Manuel Canalejas que inyecto en la compañía unos 600.000 euros.
Para las autoridades españolas, el local fue un “nido de espías”. “Durante la Guerra Civil y después en la II Guerra Mundial, había en Embassy tanta actividad de este tipo que llamaban del Ministerio del Interior un día sí y otro no para cerrarlo temporalmente. Los espías alemanes tenían sentados a la mesa de al lado a los británicos, y todo conspiraban mientras se miraban de reojo. Entre eso y los racionamientos, que había que recurrir al estraperlo para comprar azúcar o mantequilla, la cosa se puso muy complicada”, contó en una entrevista en Vanity Fair la encargada de comunicación Adriana Rivera en el 85 aniversario del Embassy.
Además, en este establecimiento también se acogió en sus sótanos a miles de refugiados que huían de la guerra. Se calcula que alrededor de 30.000 personas pudieron pasar por él como refugiados.
El mítico edificio que ocupaba Embassy en el Paseo de la Castellana ha vuelto a tener vida. El grupo francés de Joël Robuchon ha sido el que se ha ubicado en el número 12 de la Castellana. Lo hizo bajo el sello de L’Atelier, una de las marcas de los restaurantes del chef francés.
Hay que recordar que la marca francesa cuenta con más de 20 estrellas Michelin en sus manos repartidas entre los locales que tiene en Europa, América y Asia. Llegó a tener hasta 33 con dos locales que gestionó en Singapur.
