Técnico superior en restauración, y cocinero vocacional desde pequeño, Carlos siempre ha estado metido entre fogones. Inquieto por naturaleza, emigró a los Países Bajos donde estuvo trabajando como cocinero dos años, siempre está buscando y experimentando con nuevos sabores. Una de sus grandes aficiones es la pastelería, sector en el cual ha estado trabajando también unos años.